Dahlia y sus perras de reserva

Por Claudia Valencia.

Dahlia de la Cerda nos regala en este libro trece relatos, cuatro más a diferencia de la primera edición publicada por el Fondo Editorial Tierra Adentro. Perras de reserva vio la luz al hacerse acreedora del Premio Nacional de Cuento Joven Comala en 2019, ya en su segunda edición pasaría a manos de la editorial Sexto Piso. Cada uno de los relatos intenta rescatar la tradición oral como un acto político, dándoles voz a las mujeres del barrio, las mexas, morras del México actual pero que provienen de zonas vulnerables.

Un estilo recurrente en todo el libro es que los cuentos se leen en primera persona, algo muy importante para Dahlia a la hora de escribirlos. Les dio voz a todas estas mujeres para contarnos sus historias. ¡Y qué historias! A pesar de que no todos tienen la misma intensidad, ninguno deja indiferente al lector; arrancando con una universitaria buscando por toda la ciudad una farmacia que le venda las pastillas de misoprostol más baratas y así poder sobrevivir el resto de la quincena, hasta trans-feminicidios y morras que vuelven de la muerte para cazar a los cabrones que la asesinaron brutalmente allá en Tijuana. La autora usa un lenguaje agresivo, parece incluso un libro escrito con rabia y no es para menos, ya que la propia Dahlia ha declarado en distintas entrevistas que cruzaba un periodo muy oscuro en su vida cuando este libro iba naciendo. En él, resalta la violencia estructural de una sociedad en la que la gente no tiene cubiertas sus necesidades básicas. En los estratos más bajos muchas colonias o “asentamientos irregulares” no tienen agua, alumbrado público, ni hablar de calles pavimentadas. Es entonces donde la lectura nos abre una ventana al feminismo plural: las necesidades de una mujer joven, blanca, hija de políticos no serán los mismos a la joven que tiene que delinquir porque lo que gana su madre en toda una jornada no les alcanza para alimentar a los demás hermanos y el mayor está sumido en el cristal. Sin embargo, algo que une a todos los cuentos que conforman “Perras de reserva” es el constante estado de emergencia que representa ser mujer en México y muestra todo un abanico de personajes femeninos complejos y distintos entre sí.

Junto con este folclor mexicano que les platico, la representación de la narco-cultura pone sobre la mesa el debate de si este es un detonante para la violencia o por el contrario si es el resultado de un estado que ha dejado que sus calles se llenen de sangre por el conflicto armado. Para acabarla, Dahlia nos expone las dos caras de la misma moneda: la “heredera” de la “organización familiar” y la capo sanguinaria, quién además, es capaz de maternar, demostrando así que las mujeres pueden ser víctimas y victimarias.

En cada página se nos revela una ciudad variopinta, con usos y costumbres de los que hemos sido parte, creo por esto mismo es muy fácil sentirte identificada o parte del ecosistema de este universo literario. Aun así recomiendo leer este libro con calma, al tocar temas tan complejos es necesario hacer reflexión sobre la violencia que vivimos actualmente al habitar como mujeres en el mundo y no dejar que las historias caigan en la revictimización. Debo admitir que más de uno de estos cuentos hizo caer mis lágrimas. El realismo y los datos duros que pueden venir dentro de las historias son tan brutales que pueden afectar a las lectoras. Es un libro difícil pero necesario y no se preocupen, que la autora también hace un esfuerzo por regalarnos personajes con buen humor y hasta satíricos, eventos sobrenaturales y fantásticos; dentro de la espesa bruma, un rayito de luz.

Les animo a leer Perras de reserva y difundir estas obras para crear una conversación activa con la comunidad, en donde podamos hablar sin tapujos sobre la constante violencia que recibimos las mujeres, quizás creando así una red de apoyo entre todas. Leer es resistir.

Dahlia de la cerda es una filosofa, escritora y activista mexicana, ahora conocida por sus libros Perras de reserva y Desde los zulos, pero su trabajo se remonta desde su participación activa en la organizacion feminista Morras help morras. Nació y reside en Aguascalientes actualmente. Sin duda su calidad literaria advierte que tendremos mucho más de ella en el futuro y forma parte de este nuevo grupo de mujeres mexicanas escritoras que están haciendo ruido en México y el mundo.